martes, 17 de abril de 2012

Para alejar la mala suerte


Las malas rachas de la vida, esas que vienen unas tras otras, podrían ser desencadenadas por las malas energías. Para protegerte de esto existe un remedio muy sencillo: el agua de rosas. Rocíate el rostro y el cuerpo con agua de rosas cada vez que te sientas decaída o cuando te descubras adoptando una actitud negativa. El agua de rosas se prepara de una manera casera muy sencilla. Se hierven los pétalos de una rosa fresca del color que más te guste. Luego dejas enfriar el agua y lo envasas en un viejo frasco de perfume que tenga rociador. Ese té tiene una duración de pocos días. Así que al cabo de tres días más o menso deberás cambiarlo.

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