sábado, 6 de abril de 2013


Ritual de Magia Fría: Congelar a tu Enemigo
El hielo es un elemento muy interesante cuando hablamos de rituales de protección y de defensa. El hielo frena a nuestros enemigos e impide que nos lleguen las malas vibraciones (envidia, celos, malos pensamientos, etc.) que vienen del exterior.
Asimismo es una especie de cortafuegos en contrahechizos cuya finalidad es neutralizar conjuros de alguien que desea hacernos daño.

El siguiente hechizo es muy fuerte pero extremadamente sencillo. Sólo debe realizarse cuando se sabe con absoluta certeza quién es la persona que te desea mal, ya que si te equivocas caerán sobre ti los efectos de la Ley de Tres. Es decir, el mal que intentas parar se te volverá en tu contra.
Es un ritual que detiene la acción de tu enemigo totalmente y debe servir de recurso cuando ya se han agotado todas las demás posibilidades.
Coges un papel en blanco y escribes el nombre completo de la persona que te hace sufrir. Si sabes la fecha de nacimiento, el domicilio, el teléfono, cualquier otro dato, lo añades a continuación.

Doblas el papel en forma de abanico y lo colocas en un recipiente que puedes cerrar posteriormente como, por ejemplo, un frasco con tapa. Encima, viertes sal gruesa en cantidad. Dejarás separación para una capa de mostaza en polvo y para otra de pimienta negra en grano.
Añadirás agua hasta arriba y cerraras el bote.

Meterás el recipiente en el congelador y lo dejarás allí el tiempo necesario hasta que veas que va remitiendo y deteniéndose el mal que te han enviado.
Cuando la normalidad vuelva a tu vida, retirarás el frasco y permitirás que se descongele el hielo. Verterás el agua, la sal, la mostaza y la pimienta junto al papel en una bolsa de plástico. La anudarás tres veces y depositarás los restos en el contenedor más lejano a tu casa. Cuando hayas hecho esto no mires atrás y aléjate rápidamente.
Las personas que puedan acercarse al mar, pueden colocarle un pequeño peso a la bolsa y lanzarla desde la orilla de la playaa la priofundidad del agua. Ésta es, en realidad, la mejor opción, ya que la sal lo purifica todo.
Es muy importante que te cerciones de que la persona que te atacaba ya no te molesta y que el contencioso se haya resuelto porque, si retiras el recipiente antes de tiempo, el ritual no surtirá efecto y deberás volver a empezar.

Os advierto de nuevo, aún a riesgo de hacerme pesada, de que esta Magia es muy poderosa y que sólo debe ser usada cuando ya hayáis agotado todos vuestros recursos.


RITUAL PARA DESACER:

Necesitamos, un jabón azul grande, un recipiente de barro natural, 7 velas moradas, un pergamino y siete granos de sal.
Debes escribir en el jabón azul lo que quieres deshacer. Con los siete
granos de sal gorda haz una cruz sobre el jabón. En el pergamino
escribe los problemas que deseas deshacer o los trabajos. Luego colocar
el pergamino debajo del recipiente. Poner dentro del recipiente el jabón
ya trabajado y proceder a llenar el recipiente con el agua,
preferiblemente bendita, la vende ya embotellada.
Y repite lo siguiente,
Oh! Poderoso San Deshacedor, Justiciero controla la maldad y la
codicia. Hoy vengo humillado a pedirte permiso para que según yo vire
esta vela que tengo en la mano, así le vire a mis enemigos lo malo que
me estén haciendo, sea hombre o mujer. "San Deshacedor”, glorioso héroe
contra el mal y la injusticia, yo te ruego que según yo he venido
humillado a tus pies, así mismo deseo lo hagas con mis enemigos,
haciéndolos venir a las mías, a mis contrarios, en el nombre del Padre,
del Hijo, y del Espiritu Santo.
Que con estas palabras benditas
llame yo a mis enemigos y vengan humillados a mis pies, como fué
humillado Satanás a los pies de San Miguel, que tengan ojos y no me
vean, corazón tengan y sean Prisioneros, sentidos y en mí no pienses,
cuchillo y no me corten, boca y no me hablen. San Deshacedor, Deshace
en mi casa todo mal que en ella se encuentre, convirtiéndola en bien,
que todo el que pretenda disponer de algo de mi persona, que se les
deshaga esa idea y quede arrepentido. San Deshacedor, Santo de Gran
Poder, deshácele esa idea quién mi Enemigo quiera o pueda ser. Padre
Nuestro y Ave María.
Enciende las velas moradas y déjalas consumir al lado del recipiente.