Según la creencia confiere suerte en los negocios, habilidad en el trabajo, ofrece salud, fuerzas, felicidad y, sobre todo, tiene la propiedad de trasformar las energías negativas en positivas en el lugar donde se encuentre.
Cuenta la leyenda que estando Jesús orando en el desierto, La Rosa de Jericó le perseguía tenazmente arrastrada por los vientos. Se detenía una y otra vez a sus pies y así le acompañaba. Al despertar del alba, la planta se abría con la humedad del rocío y ofrecía al Maestro las gotas de agua posadas sobre sus ramitas. Jesús, sediento tras una noche de oración, calmaba su sed tomando con sus dedos el agua que le ofrecía la planta. Agradecido por haberle apagado la sed, la bendijo. Esta leyenda se extendió por todos los continentes y pronto llegaron a considerarla una Flor Divina.
La Rosa debe ponerse en un plato hondo, con agua a las nueve de la mañana o de la noche o a las tres de la tarde o de la madrugada, cuando se hace por primera vez, siempre tiene que ser en un día Martes o Viernes, Se deja en agua por tres días consecutivos, cada tres días a la misma hora en que se puso se le cambia el agua, pero antes de tirar el agua por el desagüe hay que tirar un poco de agua en las esquinas de la puerta de entrada a la casa, para ahuyentar las malas influencias, trayendo al hogar Paz, Poder y Abundancia. Se le vuelve a poner agua limpia, para potenciar el dinero, yo pongo en el agua un jade amarillo, hay quien pone monedas, lo dejo a vuestra elección, y se hace la oración con todo fervor religioso.
Divina ROSA DE JERICÓ: Por la Bendición que de Nuestro Señor Jesucristo recibiste, por la virtud que tu encierras y por el poder concedido ayúdame a vencer las dificultades de la vida, dame salud, fuerzas, felicidad, tranquilidad y paz para ganar mas dinero con que cubrir mis necesidades y las de mi hogar y toda mi familia.
Divina ROSA DE JERICÓ: Todo esto te lo pido por la virtud que tú encierras en amor a Cristo Jesús y su grandiosa misericordia. AMEN
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